Una gran actuación de Florian Thauvin, autor de los dos goles de Francia ante Ghana (2-1) en las semifinales del Mundial sub-20 de Turquía, clasificó a su selección por primera vez en la historia para una final de la categoría.
Thauvin es una de las sensaciones del torneo. Va a ser uno de los nombres que se recuerden cuando pasen los años. El francés es un clon de Arjen Robben. Juega igual. Rápido, veloz, habilidoso y con gol. Y, por ahora, decisivo.
Lo agradeció su entrenador, Pierre Mankowski, que dirigió a su equipo hacia cotas nunca alcanzadas en el pasado. Lo hizo ante Ghana, que antes presentó unas credenciales de selección compleja, dura, fuerte, técnica y muy efectiva. El cuadro africano era el último escollo de Francia, que soñaba con alcanzar su primera final de la categoría, algo inédito en las 18 ediciones anteriores.
Las semifinales también eran algo casi novedoso para Francia, que sólo las había alcanzado en Colombia'2011, pero entonces, Portugal mandó a casa a un equipo que por fin se redimió ante Ghana. Los chicos de Sellas Tetteh, después de un encuentro épico y agotador contra Chile, saltaron al césped del Atatürk Stadium muy cansados.
Ghana disputó 120 minutos de emociones extremas ante los sudamericanos y tuvieron un día menos para descansar que Francia, que se dio un paseo contra Uzbekistán en cuartos. Tal vez por eso, Ghana salió al campo a un ritmo diferente a su oponente y cedió todas las ocasiones a Francia, arrolladora en todo el primer acto.
Múltiples ocasiones llenaron las estadísticas para "les bleus" desde el pitido inicial hasta que se marcharon a los vestuarios, Florian Christophe Sahebeck y Lucas Digne fallaron un mano a mano ante el portero Eric Antwi, Yaya Sanogo probó suerte desde lejos y Thauvin, hasta en tres ocasiones, disparó sin éxito.
Al final, el jugador del Bastia acertó al borde del descanso para hacer justicia en el marcador. Thauvin, como suele hacer Robben, protagonizó una cabalgada con pared incluida que acabó con un quiebro a Antwi y con el balón en la red de su portería.
No fue un golpe para Ghana, que antes de meterse en los vestuarios se conjuró en el centro del campo para oponer más resistencia a sus rivales. Sirvieron los rezos y en la primera jugada, empató con un zurdazo desde fuera del área de Ebenezer Assifuah.
Si en la primera parte el protagonismo lo acapararon el cuarteto francés formado por Geoffrey Kondogbia, Florian Thavin, Paul Pogba y Yaya Sanogo, en el tramo inicial de la segunda usaron sus galones Assifuah y Frank Acheampong para igualar la contienda.
Precisamente fue Acheampong quien pudo desnivelar la balanza con una falta que sacó como pudo Alphonse Areola, que en la siguiente jugada, en el minuto 55, tuvo que emplearse a fondo ante un cabezazo de Michael Anaba.
El ciclón ghanés se fue extinguiendo poco a poco y cuando las fuerzas se volvieron a igualar, apareció otra vez Thauvin para desnivelar la balanza con otra jugada clavada a las que hace Robben. Desde la derecha, se fue abriendo hueco y con un zurdazo ajustado al poste, hizo el segundo. Su celebración fue el reflejo de la alegría francesa, que aguantó los últimos ataques africanos para hacer historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario